Virgen María, Madre del Señor,
por la gracia y la acción del mismo Dios,
te hiciste Madre del Creador.
Él, que estaba antes de todo,
antes que a nadie a ti te amó:
con el Amor de su Divinidad,
con su Amor de Eternidad.
Virgen María, Amada del Señor,
por su bondad y compasión
tu corazón engrandeció
y llegada la hora de la salvación
hacer de ti la Madre del Amor.
De Nazaret eres María,
la Niña de los ojos del Todopoderoso,
y el mismo que te moldeó con tierno cuidado,
a ti acudió con el apremio del necesitado,
encontrar en tu casa un hogar para el Amado.
Ahora, Madre del Amor hermoso,
a tu regazo me acojo piadoso,
admirando tu decisión y arrojo,
contemplo en ti el don del Dios animoso
y te entrego en amor mi corazón ardoroso.
Amén
Yerko Reyes Benavides
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