top of page
Buscar

Te Amamos, Madre

Foto del escritor: Yerko Reyes BenavidesYerko Reyes Benavides



Cuando en ti pensamos, Virgen María, la primera imagen que viene a nuestro pensamiento es la fina y hermosa imagen de una flor. La Rosa, con su aroma nos evoca tu magnifica presencia. El aroma de esta delicada flor nos hace sentir que el reino de Dios está en medio de nosotros y su perfume nos inunda a divinidad.


De todas las flores que Dios creo para embellecer cada rincón de este mundo por Él esbozado, fue la rosa la que se llevó de Dios las más esmeradas atenciones. Pétalos sedosos, colores vibrantes: rojo como la sangre, espinas incluidas, para decirnos que lo bello, aunque es don y regalo de su divinidad también, es sacrificios de entrega dada.


Espinosos son los senderos que nos llevan a tocar y palpar la tersura en unos pétalos de flor contenidos y así, luego acercar el rostro para recibir con alegría y agrado delicado olor divino. Manos lastimadas por espinas, sangre que el rojo de la rosa se confunde, así se siente mejor, lo delicado de la flor.


En ti, María, niña mimada de sus ojos, en su corazón estabas, cuando en la rosa pensaba y de sus manos salía tan delicada flor que aguardó desde el principio por ti ser mirada, para orgullosa de su encanto desplegar los perfumes que en Dios nos hacen recordar.


No, María, tu nombre nunca será rosa, pero su perfume cuando invade los sentidos, a ti y sólo a ti el alma evoca, exalta, contigo el espíritu vuela, para que en ti, de tu mano a Dios, nos lleves como hijos que también somos de amoroso Padre, en tu Hijo Jesús por quien eternamente como Madre que eres suya, vehementemente suspiras.


Impregna nuestra vida con el suave, dulce, tierno y delicado aroma de tu presencia.


Amén.


Yerko Reyes Benavides


15 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

En Tu Corazón

María

Comments


Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

© 2023 por Secretos de Armario. Creado con Wix.com

bottom of page